¿Alguna vez has sentido que una tapa podía contarte una historia? En Ronda 14, nuestras tapas no solo alimentan, emocionan. Son el inicio de un viaje sensorial que te lleva desde los mercados de Lima hasta las costas de Japón, pasando por la fuerza del producto asturiano.
Y sí, lo decimos con orgullo: nuestras tapas son únicas. Porque aquí no se trata solo de mezclar sabores, sino de unir culturas con respeto, técnica y una pizca de osadía.
La tapa como experiencia: más que un bocado, un manifiesto
En Ronda 14 redefinimos lo que significa “tapar”. No es un simple aperitivo. Es un punto de partida, un guiño al comensal para decirle: prepárate, esto solo acaba de empezar.
Nuestros piqueos (así llamamos a estas tapas de inspiración nikkei) están diseñados para compartir, para conversar, para vivir. Son pequeñas obras de arte que fusionan tres mundos:
- El alma picante y vibrante del Perú,
- La delicadeza técnica de Japón,
- Y el carácter honesto de los ingredientes asturianos.
¿El resultado? Una carta que sorprende sin alardes, con platos que se recuerdan más por lo que te hacen sentir que por lo que dicen sus nombres.
Descubre todos nuestros piqueos
Tapas con identidad propia: ¿cuáles no te puedes perder?
Ceviche nikkei con puré de boniato
Fresco, intenso, equilibrado. La acidez cítrica y el umami japonés se abrazan sobre un fondo cremoso que conquista desde el primer bocado. El pescado se corta al estilo sashimi y se marina con precisión quirúrgica. Un ceviche que no grita, seduce.
Tiradito a la crema de ají amarillo
Aquí no hay cebolla. Ni falta que hace. Solo láminas finas de pescado, flotando en una crema suave, ligeramente picante, que acaricia el paladar. Una sinfonía entre la tradición peruana y el refinamiento nipón.
Gyozas de anticucho
¿Gyozas de ternera? Sí. ¿De callos? También. Pero si hay una que define nuestra esencia, es la de anticucho: carne marinada en especias peruanas, envuelta en una delicada masa japonesa. El crujido al morder es solo el principio de la sorpresa.
Bao chifero de pato
La ternura del pato, el dulzor del bao, y ese toque «chifa» que lo transforma todo. Es jugoso, sabroso, adictivo. Uno no es suficiente.
¿Por qué nuestras tapas son diferentes?
Porque en cada una hay algo más que ingredientes. Hay historia, hay técnica, y hay pasión.
Mario Céspedes, alma creativa de Ronda 14, no cocina para impresionar: cocina para emocionar. Y eso se nota en cada plato.
“Fusionamos, sí. Pero también respetamos. No buscamos solo el impacto: buscamos el equilibrio.”
En vez de repetir fórmulas, creamos nuevas. Cada tapa está pensada para provocar, pero también para cuidar. Y por si te lo preguntas: sí, usamos los mejores productos. No es marketing, es una filosofía.
Madrid, Pozuelo, Avilés: la fusión también tiene acento
Cada local de Ronda 14 tiene su personalidad, pero comparten una esencia común: cocina nikkei con carácter asturiano y alma peruano-japonesa.
Si vienes, no vengas con prisa
Ronda 14 no es un restaurante para tachar de una lista. Es un lugar al que volver.
- ¿Buscas sorprender a alguien?
- ¿Celebrar una ocasión especial?
- ¿Simplemente darte un capricho porque te lo mereces?
Entonces este es tu sitio.
No lo pienses más: ¡reserva una mesa ahora!